Luego de leer el título seguramente deben pensar que hablaremos una vez más de los casos en los que estos fanáticos han atormentado a nuestros grupos favoritos, o quizá que expondremos a qué se dedican estas personas cuando todos lo sabemos. Es por eso que queremos invitarlos a hablar sobre los sasaeng desde otro enfoque, en el que trataremos de entender un poco la razón de ser del villano de nuestra historia.
Hasta ahora sabemos que seguir a sus idols favoritos a cualquier sitio, burlar la seguridad e ingresar a sus dormitorios, infringirles daño para ser recordadas, causar accidentes e involucrarse en la vida privada de sus artistas, son algunas de las cosas que las sasaeng fans llevan a cabo en su día a día.
El nombre que reciben es un juego de palabras de “vida privada”. “사” o “Sa”, hace referencia a privado y “생” o “Saeng” a vida. Técnicamente este nombre se le atribuye a aquellas personas que se involucran –en exceso– en la vida personal de las celebridades coreanas.
Pero ser un sasaeng es mucho más complejo de lo que parece, lejos de ser solo un grupo de excesivos fanáticos, son parte de un mundo localizado en el agujero negro de la crítica. De hecho, hay quienes omiten el “fan” de su nombre, ya que estas personas no parecen encajar en dicho concepto. Después de todo, no siempre parecen querer lo mejor para su artista.
A sus 18 años, una chica apellidada Kim cuenta lo difícil que es salir de este mundo una vez empiezas y cómo cuentan con un código interno que todas y todos aprenden con la experiencia. A pesar que una cantidad razonable de sasaeng se mantiene en contacto con la prensa e incluso con miembros de la compañía de sus artistas, esto es algo que deben mantener oculto de otros o pueden ser “expulsados” de dicho mundo. Debido a esto hay mucha información de los idols que solo llegan a conocer las sasaeng. Los datos que cada uno va recopilando son compartidos en grupos selectos, por lo general de KakaoTalk, cuyos miembros también son sasaeng.
Sin embargo, ¿han pensado por qué estas chicas y chicos llegan al punto de obsesionarse con sus artistas? En el caso de Kim, desde que inició la escuela primaria se dedicaba a observar a sus artistas en la pantalla de su TV, no se perdía los programas musicales y mucho menos aquellos que exponían el día a día de sus cantantes favoritos; compró cada uno de sus álbumes y se unió a los clubes de fans. Su vida giraba en torno a los idol, y esta situación se intensificó cuando su vida escolar se convirtió en su pequeño infierno. Ser marginada por sus compañeros de clase la llevó a refugiarse en el mundo de los artistas coreanos que le vendían una vida admirable, llevándola a cobijarse cada vez más en el lado oscuro de ser parte de un club de fans.
Lo siguiente que ocupaba su cabeza eran los fanfic que escribía sobre sus artistas y chicas como ella, la regla general de los escritos es que el artista cae perdidamente enamorado de la fanática obsesiva.
¿Y luego de esto?
Solo debes creer que dicha historia que has escrito o en su defecto leído, es real. Tu artista favorito realmente ama que te involucres con él de esta forma. Y es así como uno de sus pensamientos más protegido cobra vida: “Nos divertimos solo entre nosotros, y mientras oppa esté allí, seremos uno solo”.
Cuando te apropias tanto de lo anterior y te sientes tan cerca del artista, lo que sigue es contratar autos que estén disponibles las 24/7 y que puedan llevarte a cualquier sitio o seguir durante horas una van que transporta a un grupo de idols, o en su defecto aparecer en su dormitorio o acampar afuera de su vivienda esperando que asome la cabeza. Y con todo esto, creeríamos entonces que los sasaeng se apoyan entre ellos y que al ser parte de una minoría buscan protegerse, pero no es así. Dentro de este agujero que se abre paso en el fondo del club de fans prevalece la competencia. Me gusta pensar en ellas y su organización como clanes. La mayoría suelen tener un grupo con el cual trabajan y comparten información, pero que guardan rivalidad con otro grupo de sasaeng igual a ellas o bien con alguien que se mueva por su cuenta. Las visitas a los blogs son muy importantes, la calidad de las fotos, vídeos, primicias, todas estas suman puntos para que logres tener reconocimiento en el medio.
Con solo 15 años, Lee gasta cerca de $1,000 USD al mes en sus actividades como sasaeng, en este caso la mayoría del presupuesto está destinado a pagar taxis que utiliza para seguir a los artistas. Hay taxis que están destinados a prestar el servicio sólo para los sasaeng, y saben que tienen que tener la disposición de acelerar hasta 200 km/h, para seguir a los idols. Estos se encuentran con mucha frecuencia a las afueras de los dormitorios de los idols y de las empresas.
Kim de 37 años, aseguró en el 2012 ser un taxi sasaeng desde hacía 4 años, y que cobraba $30 USD por hora, es consciente de lo poco ético de la situación, pero al tiempo dice que es algo inevitable, ya que puede ganar mucho dinero de esa forma. A la fecha solía trabajar con sasaeng dos veces a la semana durante todo el día. Él asegura ser el favorito de estos fanáticos, y afirma además que muchos de estos que desconocían el paradero de su artista lo contactarían a él para rogarle por sus servicios y así encontrarlos.
Alquilar este tipo de taxi cuesta alrededor de $300 USD al día. En el caso de Lee, lo consigue trabajando medio tiempo en tiendas de conveniencia y de alquiler de comics a las que asiste luego de la escuela, así que ahorra $500 USD solo para esto. Además asegura que es muy común que algunas chicas se prostituyan para cubrir estos gastos.
Los sasaeng consiguen en la vida de sus artistas, la vida que ellos quisieran tener, es por eso que no pueden perderse ningún detalle, y porque además son muchos los que viven de esto. Monetizar un blog, vender productos como libros, morrales, banners, etc, que lleven imágenes que has trabajo, llevan a sacarle frutos a tu creciente obsesión. Son muchos los que se mantienen en las salas de internet para capturar cada detalle. Quienes son parte de este mundo suelen perderse de lleno durante el verano y suelen faltar mucho a clases, hay incluso quienes han dejado definitivamente la escuela.
Y entonces, ¿qué sucede con esas sasaeng que ponen en riesgo la vida de sus artistas?Parece que todo lo que podemos concluir es que pese a su retorcido pensamiento, ellas están lejos de querer lastimarlos, sino por el contrario quieren protegerlos de todo, pero no es así. Desde mi punto de vista hay una clasificación de este tipo de fanáticos obsesivos, la cual va desde la más “sana” como querer obtener el vaso en el que bebió su café, hasta la más grave como fracturar los dedos de su mano o golpearlo con una bolsa de piedras en el rostro para que pueda recordarte.
Con 18 años, Park hace énfasis en el cumplimiento de las reglas del mundo sasaeng y cómo el no cumplirlas trae consecuencias. Trajo a colación cómo la sasaeng que intentó besar a Park Yoochun en el pasado, sufrió un severo castigo por violar las reglas. No obstante, este no es el único caso en el que las sasaeng van más allá de lo que todos creeríamos suficiente. Y es la misma Park quien me hace cuestionar si para ellos es realmente importante respetar las líneas invisibles que se han trazado como reglas.
Según el pensamiento de esta chica de 18 años, los artistas les deben a ellas su vida, es decir, gracias a ellos son populares y por consiguiente pueden tener dinero, ya que consideran que un artista no solo sobrevive de pie en el escenario cantando y bailando. Su club de fans es indispensable. Por lo tanto la forma en la que ellos deben retribuir esto, es permitirles que sean parte de su vida tanto como puedan.
Todo esto me hace pensar en si las sasaeng son víctimas o victimarios.
Si se preguntan por qué las considero víctimas, puedo decirles que para llegar a este punto muchas de ellas han sido puestas en un grado de vulnerabilidad que las lleva a refugiarse y aferrarse a algo ajeno a ellas que las motive a vivir, es así como algo como la vida de sus artistas que resulta más interesante que ellas mismas, se vuelve en el eje de su día a día. Pero así como las sasaeng desarrollan este obsesivo sentimiento por enfrentarse a situaciones de bullying, maltrato, violencia tanto en la escuela como en la familia, hay otras que simplemente nacieron con el chip errado y siguen este camino. Por otra parte el mercado del k-pop arrastra a sus seguidores a que de una u otra forma consuma cada detalle de su artista, lo que conlleva a que el sentimiento nunca sea saciado y aquella obsesión se sienta respaldada y hambrienta.
Por otro lado, creo que muchos apoyan la siguiente postura y es el por qué considero que son victimarias. No ser capaz de reconocer la línea invisible que divide al artista de la persona, y estas dos del público, es por sí solo peligroso. Creer que un artista debe retribuirte el apoyo no con su música, baile y espectáculo en sí, sino con su vida, es preocupante. Creer que eres dueño de la vida de tu artista favorito solo porque compras su álbum y generas popularidad, es alarmante
Si las sasaeng llegan a ser víctimas, se las arreglan para ser victimarias. No estamos hablando solo de chicas que se pasean a las afueras de una empresa o que por suerte saben dónde vive su idol favorito. Estamos hablando de acosadoras y acosadores con tendencias psicópatas que llegan al punto de sentenciar contra la vida de su artista e incluso la de ellos mismos con el fin de obtener lo que quieren. Y sí, se puede entender en la medida que la vida de estas personas gira en torno a ellos y que todo en su día a día se limita en lo que esos artistas estén haciendo, pero claramente es rechazado.
Leydi Botía
hanadultalk@gmail.com