“Las mujeres no deberían ser zorras y los ricos deben saber muy bien lo que han hecho”, esto fue lo que dijo Yoo Young Chul frente a una cámara que transmitió la cruda imagen a cada uno de los hogares coreanos el 15 de Julio de 2004. El hombre que nació un 18 de Abril de 1970, tenía 34 años cuando fue arrestado por la policía al ser el sospechoso de una serie de homicidios ocurridos entre 2003 – 2004, y por canibalismo. Actualmente ocupa el puesto 31 en la lista de los “Peores Asesinos En Serie Del Mundo”.
Trayendo a colación una vez más qué tanto de lo que muestran los dramas coreanos guarda relación con su realidad, quiero hacer un paralelo entre Yoon Hee Jae (asesino en serie del drama “Come and Hug Me”) y Yoon Young Chul. Ambos se dedicaban a atacar ancianos y mujeres, irrumpían en casa de sus víctimas y las golpeaban con un martillo, pasarían a deshacerse de sus pertenecías y de cualquier evidencia por medio del fuego y posteriormente desmembrarían a sus víctimas para enterrar sus restos. Al igual que la última vez, no sé si existe una conexión con el personaje, si tal vez es una pequeña inspiración o si por el contrario es solo casualidad, pero lo que sí sé, es que muchos de ustedes pudieron llegar a pensar que este tipo de cosas no ocurrían en Corea del Sur.
Antes de ser penado por 20 homicidios, Young Chul fue condenado a 10 meses de prisión por el delito de hurto en el año 1991. El 23 de junio de 1993 contrajo matrimonio con su pareja, pero el mismo año fue sentenciado a 8 meses de cárcel por el mismo delito, hurto. Para el 26 de octubre de 1994 nació su hijo, pero meses después fue condenado a 2 años de prisión y a pagar la suma de 30 mil dólares por venta de pornografía infantil. Luego de ser puesto en libertad le tomó solo un año volver a la cárcel, esta vez por 2 años al falsificar y robar identidad en 1998; una vez cumplió su condena regresó a prisión para cumplir 3 años y 6 meses por el delito de abuso sexual infantil. El 27 de octubre del año 2000, su esposa le pidió el divorcio a causa de su vida criminal. Es así como al cumplir con su última condena, fue puesto en libertad en el 2003 dando inicio a sus fatídicos crímenes.
Yoo Young Chul llegó a odiar a la sociedad, especialmente a las mujeres. Llevaba una hostilidad extrema contra los ricos, alegando que ellos eran responsables de sus desafortunadas y pobres circunstancias y que necesitaban ser castigados. Los expertos creen que ciertas ideas distorsionadas que han prevalecido en nuestra sociedad, como «los ricos lo roban todo», también jugaron un papel. Además, cuando su esposa –quien era masajista– se divorció de él, aquel instinto salvaje despertó para desahogarse en otro tipo de crímenes y empeoró cuando luego de conocer a una prostituta y enamorarse de ella, le pidiera matrimonio y esta lo rechazara a causa de su pasado judicial.
Es por lo anterior que luego de las investigaciones, se concluyó que las víctimas de sus crímenes eran ancianos adinerados porque representaban esa parte de la sociedad que le había dado una infancia infernal, un crecimiento lleno de necesidad y esfuerzo, y porque eran lo suficientemente débiles para hacerse cargo si quisieran defenderse. También eran masajistas como un reflejo de su esposa que lo abandonó y prostitutas en representación de la chica que lo rechazó.
El 24 de septiembre de 2003 Young Chul atacó a sus primeras víctimas en Gangnam-gu, un hombre de 72 años y su esposa, una mujer de 67. Primero apuñaló en el cuello al hombre para posteriormente darle un golpe en la cabeza con un martillo que pesaba alrededor de 4kg, luego golpeó con el mismo martillo la cabeza de la mujer quien perdió la vida al instante. El 9 de octubre la policía descubrió a 3 víctimas de 35, 60 y 85 años, quienes habían sido golpeadas en la cabeza con un martillo, en el distrito de Jongno-gu. Su siguiente víctima la cobró el 16 de octubre, una persona de 60 años que fue encontrada por su hijo cerca de la 1:30 de la tarde, pero que falleció tan solo media hora después.
Yoo había establecido un horario para cometer sus crímenes, solía usar la hora del almuerzo y la tarde como los momentos para cometer sus actos, ya que estos eran los momentos en que la mayoría de los miembros de la familia estaban fuera de la casa y por lo general los ancianos se quedaban solos. Cuando toda una familia estaba presente, los mataba cruelmente golpeándolos repetidamente en la cabeza con un objeto contundente que por lo general era su martillo.
El 16 de marzo de 2004 en Mapo-gu, se encontró una nueva víctima, una prostituta de 23 años de edad la cual murió por asfixia. Él mutiló su cuerpo y lo destrozó en un camino cerca de la Universidad de Sogang. Al siguiente mes contrató los servicios de una prostituta y la llevó a su casa donde la dejó inconsciente de un golpe con su martillo, la decapitó en el baño y luego de destrozar su cabeza, mutiló el cuerpo y se deshizo de él en un sitio de construcción cerca del Templo Bongwon en Seodaemun-gu.
Luego que su imagen (de espalda) quedara registrada en una cámara de seguridad, Yoo detuvo temporalmente los homicidios, y a fin de distraer un poco la investigación, el objeto de sus crímenes dejó de ser ancianos y prostitutas para ser masajistas. Contrataba los servicios de las mujeres como su esposa, las invitaba a su casa y luego las mataba de la misma manera que mató a la chica del baño. Sus cuerpos serían encontrados de igual forma detrás del Templo Bongwon.
Yoo había levantado sospechas al llamar a un salón de masajes donde varios empleados habían desaparecido recientemente después de recibir llamadas telefónicas similares, por lo que el dueño del salón de masajes, acompañado por varios empleados y un solo oficial de policía, asistió a la reunión acordada. El oficial de policía se fue antes de que Yoo llegara, y Yoo fue arrestado por los empleados de la sala de masajes. Luego de llegar la policía, él fue arrestado oficialmente. Confesó más tarde estar inspirado en el asesino en serie Jeong Du Yeong que asesinó a nueve personas adineradas en Busan desde 1999 hasta 2000, así como también confesó que en varias ocasiones consumió el hígado y otros órganos de sus víctimas.
Yoo no tenía intención de detenerse, manifestó en varias ocasiones que si bien se arrepentía porque sus víctimas no merecían morir, su intención no era terminar pronto con los homicidios ya que su meta era el número 100. Su caso consternó a los surcoreanos y alimentó el debate sobre la pena capital en Corea del Sur. Aunque la pena de muerte todavía está permitida por ley, no se ha llevado a cabo desde 1997. Al parecer, la pena capital pudo ser abolida antes del arresto de Yoo, pero el apoyo a la misma aumentó desde que se descubrieron sus crímenes.
Durante los interrogatorios iniciales, Yoo confesó haber matado a 19 personas. El 18 de julio de 2004 admitió el asesinato de un vendedor ambulante masculino de 45 años. El 19 de julio de 2004 finalmente confesó haber matado a 26 personas, varios días después de su arresto, aunque no se dieron detalles. La lista de presuntas víctimas incluía a varias personas que no coincidían con su patrón anterior de ancianos adinerados, prostitutas o masajistas. Incluso, luego de su arresto un joven amigo de dos víctimas mencionó que ellas no encajaban tampoco en los patrones de prostituta o masajista, por lo que la policía concluyó que hay muchas otras víctimas que no se han denunciado y otras que Young Chul se ha callado.
Actualmente tiene 48 años y está esperando se cumpla la pena de muerte que le fue impuesta en el 2004 a nombre de la fiscalía, pero a petición del pueblo surcoreano.
Leydi Botía Martínez
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