En todos mis años de fan de la Ola Hallyu siempre me ha parecido curioso esa diferencia marcada entre ser fan internacional y ser fan en Corea. Desde la forma en cómo compramos los álbumes de nuestros grupos favoritos, vemos los dramas cuando por fin les agregan subtítulos o como agradecemos que KBS World TV exista con nuestros programas de variedades favoritos. Pero también, cómo percibimos a las estrellas surcoreanas desde este lado del mundo.
Hace unos días empecé a comentar de este tema gracias a la situación en la que se vio envuelto JUNE de iKON y que desató muchísimas críticas por parte de los netizens coreanos, así como una campaña de apoyo incondicional de parte de los fans internacionales. Me demostró que los fans internacionales llegan al punto en que sin entender la magnitud de las situaciones saltan a defender a los idols a capa y espada, muchas veces desvirtuando las causas que por cultura de Corea, causan las inconformidades. Prácticamente, ignorando que Corea del Sur es un país con sus propias costumbres y comportamientos; que no es occidente ni mucho menos igual a nuestros propios países.
Todo empezó porque JUNE compartió en su cuenta de Instagram la foto de un regalo recibido de parte de Takeshi Kitano; un reconocido comediante, director y actor japonés. En la publicación JUNE le agradecía y lo invitaba al concierto de iKON. Pero la publicación no agradó a muchos surcoreanos, entre estos una fan coreana que comentó «Kitano Takeshi tiene un historial controversial por odiar a Corea. Por favor borra todas las publicaciones relacionadas con él.» A esto JUNE respondió: «No me ordenes que haga esto o aquello~~ no me gusta.» y después, «Me gusta [Kitano Takeshi] como un artista. ¿Por qué cada vez que hay alguna situación, debes retractarte y borrar todos los rastros? Yo también tengo sentimientos, así que por favor respétenlos. No hay ningún problema con que a mí me guste como un artista.» Después de recibir críticas por la forma en como respondió JUNE se disculpó en una carta escrita a mano. Eso no evitó que varias de las actividades de iKON en Japón fueran canceladas a pocos días del Comeback coreano. Pero antes de que ustedes lectores asientan con la cabeza y apoyen su respuesta y sigan preguntándose ¿por qué tanto alboroto? y ¿por qué los coreanos son tan sensibles? déjenme explicarles un poco la magnitud de la situación que envolvió a JUNE y más importante, por qué para los Coreanos justifican las críticas.
Primero, Takeshi Kitano, quien le hizo el regalo a JUNE en el pasado ha demostrado una actitud ‘anti sur-corea’. Como fans del k-pop, que únicamente conocen de cómo se llaman sus grupos favoritos y las canciones quizá no tengan ni idea lo importante y delicado que es el tema de las tendencias anti-coreanas y anti-japonesas de parte y parte. Y como no puedo darles una clase de historia en este artículo, sólo les diré que entre Corea y Japón ha existido una tensión desde la ocupación japonesa en la península coreana en el año 1910 y que duró hasta 1945. Más de 35 años en el que el gobierno japonés casi elimina por completo cualquier rastro de la cultura surcoreana de la historia con sus políticas de represión que incluían clases en japonés en las escuelas y el uso de nombres y vestimentas japoneses. Hasta el día de hoy los surcoreanos aún sienten recelo contra Japón pues no es fácil pasar la página de los atroces crimines de guerra de los que fueron víctimas las poblaciones más pobres del país; ejecuciones, trabajos forzados, experimento con armas biológicas (No busquen sobre el Escuadrón 731 si son algo sensibles) y no me hagan hablar de las Comfort Women porque me extenderé muchas más páginas de las que quiero. (Hasta el día de hoy los libros de historia japoneses se niegan a reconocer los abusos sexuales cometidos por sus soldados durante la segunda guerra mundial).
El hecho de que un reconocido idol de la industria surcoreana abiertamente dijera que no eran importante las tendencias políticas (y anti surcoreanas), claramente iba a causar revuelo en los fans surcoreanos que conocen sobre la historia de su país y tienen un sentido de nacionalismo que no se pueden comparar al de los países occidentales, menos al de los países latinoamericanos a los que las dinámicas de colonización europeas les ha enseñado desde los inicios de su historia a aprehender que lo “blanco” es superior. Es ese sentimiento nacionalista de Corea lo que ayudó a que su cultura se mantuviera durante la ocupación japonesa y uno de los factores más importantes para el éxito de sus industrias y comercio pues un surcoreano prefiere consumir marcas propias como Etude House, Samsung o LG y ser atendido por un médico surcoreano antes que por un extranjero. Por eso, el hecho de que JUNE prácticamente ignoró el pasado de su nación para compartir que recibió una caja con ropa de un japonés anti-corea no se puede entender (y defender) tan a la ligera como lo han hecho los fans internaciones. Aquellos que en pleno 2018 aún creen que pueden consumir sólo K-pop, desligándose de todo lo que acarrea este producto surcoreano.
Y no es la primera vez que algo así sucede. Que los fans internacionales ignorantes de las dinámicas socio-culturales, políticas y económicas de la nación Coreana, empiezan a cuestionar a lo que a la luz de la cultura occidental está mal o es catalogado de normal. Ese intento de occidentalizar todo al punto en que se olvida el hecho de que Corea del Sur es otra cultura y territorio; con diferente historia y costumbres. Tomemos por ejemplo el reciente escándalo de Hyuna, E’dawn y CUBE Entertaiment. Mientras los fans internacionales como siempre saltaban a twitter a participar en el #CubeIsOverParty alguien se preguntó ¿por qué desde el punto de vista económico Cube tomó esa decisión? o mi suceso favorito, ¿por qué les dejaron una corona de arroz en la entrada de la empresa? Para nosotros el hecho de que dos celebridades estén en una relación es lo más común del mundo; que estén en la calle frente a los lentes de los paparazzi demostrando su amor con besos y abrazos en público no debería ser objeto de críticas (tú no Taylor Swift, tú tampoco Selena Gómez, tú menos Ariana Grande). Pero, ¿No es la misma industria del K-pop la que moldea la imagen de los idols para que los fans consuman obsesivamente y creen fantasías sobre ser dueñas de estos? ¿Han estudiado el impacto de la imagen de los idols coreanos en las acciones de las empresas? ¿Los patrocinadores, las campañas publicitarias? ¿Qué esperan que haga una empresa que ve como sus acciones caen rápidamente después de que una de sus artistas comparte un anuncio en redes sociales sin consultarles primero? A Cube no se le olvidó los miles de empleados que trabajan bajo su techo y que no están frente a las cámaras; aquellos que pertenecen a la clase media y también son parte de la pirámide económica.
Por supuesto que muchas acciones de los fans coreanos deben ser cuestionadas. No sólo de los fans coreanos, de toda la población del país. Pero esto no debe hacerse sin entender las dinámicas socio-culturales de esa nación. Por muy descabellado que me parezca que a las mujeres sur-coreanas les interese más ser esposas que universitarias, yo no puedo ignorar que viven en una cultura en la que se les enseña desde muy pequeñas sobre el papel de la mujer en su sociedad. Yo y mi mente occidental, criada en otra cultura con un país de historia completamente diferente no puedo intentar imponer mi punto de vista sin antes comprender el por qué en ese país existen esos comportamientos.
Debemos empezar a entender que no se puede consumir k-pop independientemente de los sucesos que rodean a la sociedad surcoreana y su cultura porque seguirán sucediendo situaciones que nos hagan cuestionar las respuestas de los fans coreanos. Pero también continuará la hipocresía de nosotros los fans internacionales quienes criticamos a los fans coreanos por sus acciones contra nuestros idols pero que al final del día nos regocijamos con las cientos de miles de ventas que logran principalmente en Corea y que les otorga tantos premios, los vídeos en 4K de los fansites (aún si son en sitios prohibidos de los aeropuertos), los all-kill en los charts surcoreanos que tanto presumimos y el afán de copiar los proyectos de fan de allá como si fuera viable realizarlos en este lado del mundo. Pero ya eso es tema para otro día.
Vanessa Periñan
hanadultalk@gmail.com