El artículo de hoy no se basa directamente en un idol, si no en un familiar de uno, Hoon de U-Kiss, quien hace un par de días se encuentra en coma internado en un centro de salud, con diagnóstico de muerte cerebral y lo peor, con un culpable que no sufrirá ninguna consecuencia ya que es su compañero de la escuela primaria.
El integrante del grupo surcoreano publicó el 24 de octubre sobre lo ocurrido en Instagram:
“Actualmente uno de los estudiantes de la escuela Seohae en Mokpo, en la provincia de Jeolla, está internado en coma y con muerte cerebral. Incluso si recuperara la conciencia, su edad mental sería la de un niño de 3-4 años. Estoy muy enfadado y molesto después de escuchar que los padres del atacante se reían y charlaban delante de la UCI.
El niño con muerte cerebral es parte de mi familia. Mis familiares no han podido obtener una investigación detallada ya que los implicados son niños, y no han recibido ningún tipo de consuelo. La violencia es violencia incluso si lo hizo un estudiante. El niño está en condición crítica, pero el atacante no ha recibido ningún castigo apropiado. La escuela tampoco ha tomado ninguna acción ya que alegan que puede causar a los estudiantes ansiedad. Estoy muy afligido. Espero que mi familia no sufra mas dolor. Espero que recupere pronto la conciencia”.
Lo que me desconcertó de esta noticia, es el hecho de que actualmente en Corea del Sur su ley sobre crímenes cometidos por menores de edad, realmente no es ley alguna. Con sentencias máximas de 15 años por un asesinato y 2 años máximos de prisión por delitos menos graves y el derecho a no registrar dichos antecedentes criminales en sus expedientes, la ley juvenil acogida por Corea del Sur en el año 1992, está llena de muchos vacíos. Según estadísticas hechas por el gobierno surcoreano, los jóvenes que cometen crímenes tienen dos veces más probabilidad de cometer un crimen de nuevo (12.7%) cuando sean mayores, a diferencia de los demás de su edad (5.6%), se cree que esto se debe a la misma falta de seriedad a la hora de darse un castigo cuando son menores de 18 años.
Con casos en dicho país donde 16 jóvenes estudiantes abusan sexualmente de una joven con discapacidad por el curso de unas semanas y sólo se llevan un año de rehabilitación con clases de reeducación, sin antecedentes criminales haciendo a uno de ellos hasta llegar a ingresar a una de las universidades más prestigiosas en Seúl (Universidad Sungkyunkwan) con una carta de recomendación de uno de sus profesores describiéndolo como un estudiante modelo, yo también estaría furiosa con la justicia, el centro educativo y los padres del implicado en este fatídico accidente que involucra al familiar de Hoon. Pensar que el chico puede vivir una vida sin consecuencias cuando el afectado lo recordará toda su vida, si es que lo recuerda, es muy frustrante.
Actualmente en Corea del Sur se ha hablado este año sobre disminuir la edad de responsabilidad criminal a 13 años, y sobre la responsabilidad que deberían tener los centros educativos en pro a detener los diferentes abusos que se dan entre los menores de edad, y así evitar de que estos lleguen a consecuencias mortales como lo ocurrido en Mokpo.
Heidi Morales Toro
hanadultalk@gmail.com