Hace pocos días empecé a ver “El amor es un capítulo aparte” y en menos de cuatro capítulos me topé con una pareja de lesbianas, un romance entre una mujer mayor y hombre joven, la temática del ser ama de casa y abandonar la profesión, el que las mujeres en Corea pierdan su nombre cuando se casan, ya les explicaré más adelante, y la dura competencia laboral.
Hay mucho de nuevo, para mí, en este drama coreano. Digo para mí porque seguramente hay personas que consumen dramas en masa y habrán encontrado contenidos similares a los que mencioné en el párrafo anterior, si es así, nos los recomiendan.
Estamos ante una nueva incursión de occidente en Corea del Sur, esta vez, a través de lo audiovisual. Mi teoría es que si no fuera por plataformas como netflix, no estuviéramos viendo contenidos más atrevidos desde ese país. Esto no es ni bueno ni malo, es, cambio.
Sinopsis
La serie sigue la vida de empleados que trabajan en una editorial. Kang Dan-i (Lee Na-young) es una ex estrella en ascenso y actual desempleada divorciada que más tarde se une a una editorial como trabajadora temporal. Cha Eun-ho (Lee Jong-suk) es un brillante escritor que también es el editor en jefe más joven de la compañía.
Esta serie marca el regreso de Lee Na-young a la televisión después de nueve años y es la primera comedia romántica de Lee Jong-suk. El término comedia les hace bien con sus escenas fuera de lo común, donde reina la exageración, y son tremendamente divertidas, les garantizo que van a reír muchísimo.
Por otro lado, el tema que más llama mi atención es la situación particular del personaje protagónico, una mujer que a sus 37 años, decide regresar al campo laboral luego del divorcio. Una vez más se ponen en tela de juicio las muchas presiones a las que es sometida una mujer, por ser mujer. Aunque en la actualidad en Corea hay muchos movimientos a favor de la causa femenina, es largo el camino por recorrer. Creo que el hecho de que seamos único ser humano que pueda dar a luz, no nos convierte en un ser que sólo deba dedicarse al cuidado de niños, esposos, ancianos, un hogar etc. Si bien somos maternales por naturaleza, nacimos con la misma capacidad de un hombre para desarrollarnos en otras áreas, todo es cuestión de equilibrio, ese por el que estamos luchando sin parar desde hace algunos años.
Kang Dani es una mujer inspiradora, una mujer que no se rinde, que aunque es golpeada se levanta, que ama y cuida, pero también ha aprendido a valorarse. No sé cómo continuará la historia, pero se ve muy prometedora en cuanto a su contenido.
Los aspectos técnicos de este drama son de destacar, las escenas están bien cuidadas en cuanto a su fotografía y arte. Todo en ella se ve pulcro cuando debe verse, y desastroso si así debe ser. Me gusta mucho como en algunas escenas a Kang Dani y a Eun Ho se les ve elevados, inalcanzables, luchadores, victoriosos, en otras escenas se les ve opacos, y todo esto es el buen uso de las herramientas audiovisuales para contar la historia. La caracterización de los personajes, puede ser muy obvia, pero te ayuda a entender y conectarse rápidamente con sus roles.
Me declaro culpable porque caigo directo y sin vergüenza en los clichés audiovisuales de ralentizar escenas para hacerlas más tristes o románticas, de hacer acercamientos suaves hacia los rostros de los actores con sus pieles perfectas, caigo en las típicas historias de los pobres que se vuelven ricos, pero, qué sería de la vida sin estas comedias predecibles que nos hacen disfrutar del proceso del personaje. Recuerda algo, en el 99% de las historias del cine o tv, ya sabes cómo van a finalizar, lo interesante y donde está su éxito es en el cómo te lo cuentan.
Yola.O
hanadultalk@gmail.com
Gracias a este artículo veré sin duda la serie, gracias!!!
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