Este primero de marzo, al igual que hace cien años, los coreanos invadieron las calles con banderas y gritos de «Mansae» en conmemoración al movimiento que inició la resistencia contra la colonización japonesa en 1919.

El movimiento se originó durante la ocupación japonesa de Corea que transcurrió desde 1910 hasta 1945 con el final de la segunda guerra mundial. La colonización japonesa de la península coreana implicó la casi desaparición de cualquier rastro cultural de Corea a través de la coerción militar.
La colonización empezó cuando Corea pasó a ser un protectorado del imperio japonés en 1905 durante el reinado del emperador Gojong. El gobierno coreano estaba desestabilizado producto de diversas causas que se habían generado hasta 100 años atrás como la corrupción y la explotación campesina. Además, Corea, influenciada fuertemente por el confucionismo, mantuvo políticas comerciales que rechazaban el comercio exterior hasta finales del siglo XIX cuando abrieron tres puertos coreanos para impulsar el comercio japonés.
En 1910, Corea pasó de ser un protectorado a ser oficialmente anexada a Japón a través del tratado Japón-Corea de 1910 en el que se establecía que el Emperador de Corea concedía completa y definitiva soberanía de territorio al emperador japonés. A partir de aquí, los japoneses se encargaron de crear políticas exteriores y administrar los recursos de la península relegando a su gente a adquirir las costumbres japonesas en incluso adoptar el idioma japonés.
El gobierno japonés se encargó de incitar a sus nacionales a migrar a Corea lo que llevó a que para 1910 en la península residieran más de 170000 ciudadanos japoneses. Se hicieron reformas agrarias y se impulsó la apertura económica. Se calcula que para 1932 el 52% de la tierra cultivable en Corea pertenecía a terratenientes japoneses. Los campesinos debían cultivar la tierra en calidad de poseedores y pagar renta a los propietarios del terreno y pagar los impuestos que el gobierno exigía.
También, Japón se hizo con el control de los lugares que preservaban la historia de Corea como el Museo del Palacio Nacional de Corea al cual se le cambió el nombre por Museo de la Dinastía Yi, el palacio real coreano, Gyeongbokgung fue demolido para construir su sede administrativa. Incluso, los coreanos fueron obligados a adoptar apellidos japoneses.
El rechazo de los coreanos a las imposiciones japonesas estalló el Primero de marzo de 1919 dando inicio a los movimientos independentistas. El documento 14 Puntos proclamado por el presidente estadounidense Woodrow Wilson en la Conferencia de Paz de París fue de gran influencia para que se iniciara el movimiento y la carta escrita por estudiantes coreanos que residían en Tokio demandando la liberación del país contribuyó a que los activistas independentistas iniciaran las manifestaciones contra el imperio japonés. Además, la muerte del emperador Gojong quien falleció en circunstancias inciertas (se cree que fue envenenado por el gobierno japonés).
Ese día, 33 activistas leerían la declaración de independencia en el parque Tapgol pero no lo hicieron en ese lugar por miedo a que la reunión terminara en disturbio. En su lugar, un estudiante tomó la vocería del lugar e incitó a la gente a gritar ¡Mansae! como muestra del deseo de la independencia de Corea. Las multitudes lo siguieron ondeando banderas coreanas e iniciaron a marchar hacia el centro de la ciudad. Las represalias de la policía no se hicieron esperar. Aun así, el documento fue leído en diferentes partes del país a esa misma hora ese mismo día.

Los 33 activistas leyeron la declaración de independencia escrita por el historiador Choi Nam Seon en el restaurante Taehwagwan y después lo enviaron al gobernador general de Corea.
La marcha en Seúl llegó al campanario Bosingak donde los protestantes sonaron la campana como muestra del rechazo a la ocupación japonesa. Este campanario es el que vemos todos los años el 31 de diciembre donde muchos coreanos se reúnen para dar la bienvenida al año nuevo y la campana suena a las 00:00 horas.

Otro punto importante de las marchas de Seúl fue Deoksugung última residencia del emperador Gojong hacia donde los protestantes se dirigieron después de dejar el campanario llenando las calles de Gwanghwamun. Aquí se unieron las multitudes que se reunían en este lugar a presentar respetos por la muerte del emperador.
El uso de la fuerza militar japonesa se hizo presente cuando la policía local no pudo controlar el crecimiento de las multitudes. A través de todo el país se realizaron diferentes marchas y protestas organizadas por diferentes activistas de la independencia. Se dice que comerciantes, estudiantes y visitantes utilizando la estación de Seúl regresaron a sus ciudades de origen con copias de la Declaración de Independencia e incentivaron a que otros ciudadanos se unieran al movimiento convirtiéndolo en noticia nacional. Se considera que más de 2 millones de coreanos participaron en los más de 1500 eventos realizados en todo el país ese día.
Sin embargo, las represalias del gobierno japonés a través de sus fuerzas militares e incluso navales dejaron miles de muertos, heridos y detenidos. Incluso tiempo después, algunas personas fueron ejecutadas públicamente.
A partir del primero de marzo muchos activistas se exiliaron en diferentes partes de china pero continuando con las labores de independencia. Incluso se estableció un gobierno provisional en Shanghai. No obstante, el gobierno japonés respondió con intentos de supresión total de cualquier manifestación de independencia y definió las protestas de ese día como un «Incidente de desorden público». Aun así, el gobierno japonés no pudo suprimir el sentimiento nacionalista que el Movimiento generó en los coreanos quienes a través de diferentes protestas y batallas lograron su independencia en 1945 cuando Japón perdió la segunda guerra mundial.
Hoy en día, como cada año desde 1949 cuando se declaró festivo nacional este día, miles de coreanos invaden las calles una vez más al grito de ¡Mansae! Y con banderas nacionales. El gobierno realiza diferentes eventos conmemorativos. Este año, se conmemoró a la activista Yu Gwan Sun y la importancia de las mujeres que lucharon por la independencia. Además, se realizan muestras de música y danza tradicional.
El impacto del movimiento se siente aún en la actualidad pues en este día, en Corea del Norte se ha establecido un gobierno provisional para luchar contra el abuso del régimen contra los derechos humanos. Pero ya eso es tema para otro día.
Vanessa Periñan
hanadultalk@gmail.com