Cuando un drama finaliza queda un vacío casi que comparado a cuando terminas una relación. Esto justo me pasó ahora que finalizó “El amor es un capítulo aparte”, este drama me enamoró más de la lectura, de los momentos a solas, me recordó disfrutar lo que amo hacer y por supuesto ponerle actitud a la vida. Fue de esos dramas con los que te encariñas porque son capaces de cambiarte el ánimo y al finalizar de un capítulo quedas llena de energía y buena vibra.
Entre las cosas que más me gustaron de este drama está la moda. Todos sus personajes tenían gran estilo, como buenos coreanos. Las personalidades eran reveladas por los atuendos, y los utilizaban muy bien para introducirnos en la comedia, ¿cómo olvidar al grupo fundador en sus chaquetas de exploradores? o el estilo “kill it all” de la señora Go, con su cabello corto color ciruela o a Eun Ho con su armonioso estilo de galán coreano fresco y juvenil, pero formal.
Otro aspecto fundamental fue el guión, sin duda la historia de Kang Dani es de mis favoritas, es una mujer que lo tuvo todo y lo perdió por una mala decisión, sus errores la persiguieron hasta tocar fondo y cuando eso sucedió no tuvo otra opción que ascender a la superficie y brillar, por su gran esfuerzo. Aunque algunas circunstancias le ayudan al personaje, lo que más me gusta es que la vemos trabajar por sus metas hasta alcanzarlas. Las subtramas de este drama también fueron muy interesantes y funcionan para no olvidar el complejo mundo que vive la sociedad de Corea del Sur. La pareja divorciada, que nunca regresa ¿por qué? Porque el amor no es un capricho ni posesión, sino una relación de compromiso de parte y parte. La pareja joven que terminan enamorándose, no porque sean atractivos, sino porque sus personalidades son asombrosamente similares y diferentes al mismo tiempo y son un gran complemento.
También están los diferentes tipos de trabajadores, los esforzados y los mediocres, los segundos, nunca alcanzarán el éxito.
No olvidaré cómo Kang Dani prefirió dejar de trabajar antes que servir en una empresa sin identidad y mal manejada, no olvidaré cómo Kang Dani decidió renunciar a sus títulos con el fin de poder entrar nuevamente a laborar. Nadie debería olvidar la humildad que manejó en todo momento, incluso cuando ella misma se sintió egoísta.
Lo que más me maravilla es cómo nos volvieron el mundo de la editorial en un gran paraíso o en un empleo de ensueño. Les confieso que quedé con un ligero interés en el diseño de portadas de libros, ¿en ti se despertaron sueños?
Qué lindo fue ver a Cha Eun Ho y a Kang Dani amarse, sin reproches, sin juzgar, dando su brazo a torcer, sin chantajearse, sin envidiarse.
Seguramente dejé muchas cosas por contar, porque este es un drama que poco quiero analizar a nivel de realización audiovisual, sino analizar cómo me energizó la vida en dieciséis capítulos.
¿Y a ti? ¿Cómo impactó tu vida este k-drama?
Yola.O
hanadultalk@gmail.com
Cada minuto viendo el dorama fue como descubrirme y admirar la manera en que le dieron vida a cada escena, los momentos dificiles, los confusos, los nuevos y los viejos, fue encontrarme a mi misma cada que se contaba su amor por Kang Dani, fue hermoso. 🙂
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