En el transcurso del año, muchos grupos de K-Pop han tenido el placer de visitar nuestros bellos y apasionados países, algunos bastante conocidos (SM Town en Santiago de Chile) y otros no mucho. Gracias a la creencia de que la mayoría de las fans del género son multi-fandom en Latinoamérica, muchas empresas se atreven a enviar a muchos grupos que no son muy conocidos a estas tierras esperando encontrar audiencia sí o sí, el problema es cómo esto nos está afectando y no nos hemos dado cuenta.
Al contrario de la situación con la nueva gira de Monsta X y los problemas que sucedieron con la organización de sus conciertos en Chile y Argentina, los cuáles tuvieron un lleno total, la razón por la que muchos no consideran a Latinoamérica a excepción de Brasil como lugares en donde hacer tour probablemente es por lo que ya había comentado, el multi-fandom, y no, no es cuestión de ser solo fan de un solo grupo y esperar que ellos vuelvan, el caso acá es como a comparación de Estados Unidos, la mayoría de fans no pueden hacer más que un apoyo virtual, contribuyendo en visitas en los sitios oficiales de YouTube y la reproducción aleatoria de las canciones en plataformas digitales, considerando que muchas de las fanáticas activas son menores de edad sin un ingreso fijo, esto acarrea un problema a la hora de planear un concierto grande de K-Pop en las ciudades principales.
Aunque no es culpa de las empresas pequeñas, de estas situaciones se aprovechan activamente éstas mismas, enviando a grupos con un par de millones o miles de visitas en sus videos en YouTube y aún menos cantidad de CDs vendidos es un riesgo que muchos se atreven a tomar si el destino es Latinoamérica, donde se considera que la gente irá solo por el hecho de ser un grupo de Corea, o si no se usará la estrategia de las mismas fans en las plataformas digitales, hacer que la gente sienta culpa y decida ir para no dejar que se cancele el show y hacer que el país quede como un destino cancelado por otras empresas. Lo anterior ha hecho que muchos vean a Colombia como una opción para hacer tours aún cuando el precio de la boletería puede ser menos costosa en comparación a los mismos artistas nacionales, tristemente no hace que muchos tomemos la decisión de asistir a dichos conciertos.
Personalmente sigo a una puñada de grupos, con mi poco tiempo libre trato de prestar atención a esos 3 que sigo y compro sus discografías y objetos promocionales; con un trabajo de tiempo completo y un sueldo que sólo lo utilizo en mí, creía poder asistir a los conciertos (que definitivamente no pasarían en Colombia) pero, tenía cómo transportarme a los lugares más cercanos donde sí. Luego de cumplir un año en la vida laboral me di cuenta que es más difícil de lo que esperaba y todo se debe planear con antelación, los vuelos, la estadía y las boletas -las cuales en países como Brasil y México se venden como si fueran países de asia-, hacen que deba decidir en uno de todos los que sigo para poder planear todo y no fallar en el intento, lo cual me ha hecho dejar pasar conciertos de grupos que he escuchado en todos estos años por esperar ese momento, el cual puede nunca llegar. A pesar de que seguramente mi situación no sea para nada triste o complicada, probablemente la mayoría no tenga un final feliz, en la economía actual en Latinoamérica y con edades que no superan los 20 años, muchos fanáticos no pueden más que suspirar y esperar lo mejor para que cuando por fin un artista de gran escala de los cuales la mayoría sigue se atreva a llegar a su país y puedan tener lo suficientemente ahorrado para poder captar un poco de ese sueño en vivo.
Heidi Morales Toro
hanadultalk@gmail.com