El 26 de septiembre de 1989, alrededor de las 12:55 am, Lee Choong Jae irrumpió en una casa en Gwangju, en la provincia de Gyeonggi con armas y guantes, pero fue descubierto por el propietario. En un primer juicio, él fue sentenciado por el Tribunal de Distrito de Suwon a un año y seis meses de prisión en febrero de 1990 por los cargos de robo y violencia. Pero después del primer juicio, Lee presentó una apelación, alegando que fue golpeado por un joven desconocido y entró en la casa de la víctima mientras lo perseguían. En el segundo juicio después de la apelación de Lee, el tribunal cambió su sentencia a dos años de libertad condicional, donde fue puesto en libertad a mediados de abril de 1990.
Lee estaba «felizmente» casado, y aunque públicamente no se conocen las razones por las que su matrimonio terminó, luego de conocer su historia, es fácil sacar nuestras propias conclusiones. Su esposa solicitó el divorcio en diciembre de 1993, y menos de 1 mes después, Choong Jae contactó a su cuñada de 18 años con quien buscaba simpatizar a causa de la separación; ella acudió a él el 13 de enero de 1994, no obstante fue la última vez que la vieron. Lee la drogó, violó y posteriormente mató y sin embargo fue una de las personas que desde el principio estuvo comprometido con su búsqueda.
A una semana de la desaparición de su cuñada, Choong Jae fue arrestado al levantar sospechas entre los familiares de la desaparecida e incluso la policía, fue sometido a un interrogatorio el cual terminó con la pregunta: ¿cuántos años me darán por homicidio y violación?, lo que de cierta forma fue tomado como aceptación de cargos por parte de la fiscalía. Obviamente él negó responsabilidad y dijo que cualquier cosa que pudo haber dicho y que se pudiera usar en su contra, fue dicha por la coerción de los agentes.
Cuatro meses después de ser capturado, Lee fue declarado culpable y condenado a pena de muerte, sentencia que fue ratificada en septiembre de 1994. Pero, en 1995 la corte suprema de Corea Del Sur revisó el caso y le redujo su pena a cadena perpetua con la posibilidad de quedar en libertad después de 20 años.
Ahora, el 18 de septiembre de 2019, la policía anunció que Lee había sido identificado como sospechoso en los homicidios en serie de Hwaseong. Si no saben de qué se trata los invitamos a leer nuestro artículo «CRÍMENES PERFECTOS: EL ASESINO SERIAL DE HWASEONG».
Lee Choong Jae fue identificado después de que el ADN de la ropa interior de una de las víctimas coincidiera con el suyo, y la evidencia posterior lo relacionó con cuatro de los nueve asesinatos sin resolver. Al momento de su identificación él se encontraba bajo arresto en una prisión de Busan por el homicidio de su cuñada, y además negó tener relación alguna con el reconocido «Asesino del zodíaco Coreano», pero el 2 de octubre de 2019, la policía anunció que Lee había confesado haber matado a 14 personas, incluidos los 9 homicidios sin resolver, además de otros 5. Tres de esos asesinatos ocurrieron en Hwaseong pero no habían sido atribuidos previamente al asesino en serie, y los otros dos ocurrieron en Cheongju . Actualmente (octubre de 2019), los detalles sobre esas 5 víctimas no han sido revelados porque la investigación está en curso. Además de los asesinatos, también confesó haber cometido más de 30 violaciones e intentos de violación, así como el octavo homicidio de Park Sang Hee, que la policía calificó como un delito imitador.
Nos queda estar atentos al final del juicio para saber si este hombre realmente pagará las consecuencias de sus actos, o si por el contrario se dejará cumplir la ley de prescripción como ha ocurrido en otros casos. Lee Choong Jae es un delincuente nato, con el que corea estuvo luchando por más de una década, y que se le reconoció como un homicida «perfecto» a pesar de ser tan descuidado. Lo que nos hace pensar que de no ser procesado como se debe, es un hecho que pueda quedar pronto en libertad.
Leydi Botía Martínez
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