Latinoamérica está viviendo en los últimos meses manifestaciones masivas en contra de los gobiernos actuales, mostrando no solo el inconformismo antes las políticas gubernamentales, si no además un gran deseo de cambio y unidad popular. En Colombia hay un paro prolongado desde el 21 de noviembre, sin embargo, a pesar de ser pacífico ha dejado un estudiante asesinado por la fuerza pública, es por eso que hoy quiero hablarles de Lee Han-Yeol estudiante asesinado en condiciones parecidas en el año 1987 en Corea del Sur.
Nuestra historia empieza con la implementación de la Constitución Yushin en 1972, dictaba que los presidentes de Corea fueran elegidos directamente por el colegio electoral. Este sistema se mantuvo incluso después del golpe de estado y asesinato del dictador Park Chung-hee. Este colegio electoral era elegido por el propio régimen por lo que no representaba ninguna amenaza para este. Chun Doo-hwan quien había subido al poder tras Park, decidió no presentarse en relección en 1987 luego de 7 años en el poder, pero aun así pretendía que su sucesor fuese alguien de confianza. El presidente y los militares con la influencia de él apoyaban a Roh Tae-woo, compañero de promoción de Chun en la Academia Militar y colaborador en el golpe de Estado de 1979.
Finalmente, en las elecciones de 1987 Roh Tae-woo ganó los comicios con el 36% de los votos y se convirtió en el sexto presidente de Corea del Sur. Sin embargo, la sociedad civil y en especial los estudiantes, habían empezado a movilizarse exigiendo verdaderas reformas democráticas durante varios meses. La oposición creó lo que se conoce como el Movimiento Democrático de Junio. A lo largo de este período, el movimiento laboral, los estudiantes universitarios y las iglesias en particular se unieron en una alianza de apoyo mutuo para presionar cada vez más al régimen.
Las marchas se habían intensificado cuando los estudiantes de la Universidad de Yonsei salieron a manifestarse el 9 de junio, de repente durante la protesta Lee Han-Yeol de 21 años, recibió un fuerte impacto cuando una granada de gas lacrimógeno penetró su cráneo. Aún en estado crítico se convirtió en un símbolo de las protestas durante las semanas posteriores hasta que el 5 de julio murió después de 27 días con un sistema de soporte vital. Más de 1,6 millones de ciudadanos participaron en su funeral, celebrado el 9 de julio.
«¡Traigan de vuelta a Lee Han Yol!» Se convirtió en un grito de guerra durante los días posteriores, logrando sacudir el gobierno autoritario del presidente Chun.
Las manifestaciones obtuvieron un apoyo tan extendido entre la clase media, que el presidente Roh cedió a todas las demandas de la oposición sobre reformas democráticas y la liberación de prisioneros políticos en un sorprendente anuncio público. Dos días después, Roh inició un amplio programa de reformas.
Las manifestaciones fueron efectivas para los cambios sociales y democráticos que se exigían, pero costaron la vida de varias personas incluyendo al joven Lee Han-Yeol quien, con tan solo 21 años, tuvo que sufrir las consecuencias de un grupo aferrado al poder a costa de un pueblo dominado. En 2019 en Colombia, Dylan Cruz con tan solo 18 años fue asesinado por un funcionario público de la Policía Móvil Anti Disturbio, quien disparó con un arma de fuego tipo escopeta una munición llamada “Bean Bag”, una bolsa de material textil que contiene múltiples perdigones de plomo. Tras 3 días luchando por su vida murió el 24 de noviembre.
Por Lee Han-Yeol
Por Dylan Cruz
Y por cada uno de los jóvenes que han muerto alrededor del mundo defendiendo su país.
Ni uno más.
Kevelyn Ravelo Sarabia
hanadultalk@gmail.com
*Agradecimiento especial a nuestro lector Elías Redondo por sugerir este tema.