Cuando luego de muchos años bajo un contrato injusto y una empresa exigente e inequitativa, por fin el idol que sigues decide partir y continuar un camino solo, con el apoyo tuyo y demás fans, ¿cómo te sentirías si debe comenzar de nuevo, sin su nombre, sin sus canciones, sin su identidad?
Los nombres ingeniosos de los grupos musicales en el K-pop y nombres artísticos de los idols, son una característica propia del género y ha sido vista desde el comienzo de este, creando hitos con sus peculiares nombres los cuales son recordados y relacionamos inmediatamente por fans y no fans del género, también hacen parte de una propiedad intelectual que va más allá de esto y pasa a formar parte de la identidad de las personas relacionadas con este, hasta algunas veces más que sus mismos nombres de pila.
Cuando los primeros contratos hechos al comienzo de este género empezaron a acabarse, salió a relucir la frialdad de las empresas y sus estrategias para poder quedarse con los grupos, un ejemplo fue cuando uno de los primeros grupos en el K-pop, Shinhwa, tuvo que pelear 12 años por su nombre y el derecho de poder promocionar con este en Corea del Sur, luego de que al terminar su contrato con SM Entertainment, estos lo volvieran su marca registrada y lo cedieron luego de años a otra empresa, actualmente Shinhwa todavía debe pagar regalías a su primera empresa por las canciones que compusieron como grupo.
Un caso bastante polémico, el cual también se dio en la empresa SM Entertainment ocurrió con H.O.T, los cuales se habían separado en el 2001, luego de ser considerados la primera agrupación de K-pop existente, con una fama que todavía pervive entre la población coreana mayor de 30. Su esperado concierto de regreso tuvo más impacto de lo esperado, al darse a conocer que no podían utilizar su nombre ya que un directivo de su ex empresa había adquirido los derechos de este y no estaba dispuesto a cederlos, por lo cual realizaron las tres presentaciones con boletería agotada en Seúl bajo el nombre de High-five Of Teenagers, el desglose de su icónicas siglas.
El caso más sonado de esta generación probablemente será el que se está viviendo ahora, aunque no es nada concreto, ya se está hablando del futuro que tendrían los artistas de YG, G-Dragon y Taeyang, si deciden no renovar su contrato con la empresa, el cual podría ser tan drástico como perder sus nombres artisticos si no lo hacen, lo cual va más allá del nombre grupal, teniendo en cuenta cómo han sido glorificados a partir de esos nombres, el número de productos, marcas y premios que los llevan hacen que sean probablemente más naturales que sus nombre de pila.
Aunque el nombre hace parte de la esencia de un individuo, como una rosa, porque no se llame rosa no dejará de oler a rosa, o sentirse como rosa y definitivamente valer como una.
Heidi Morales Toro
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