Quienes tienen tiempo siguiendo la cultura coreana, saben lo estricta que es la disciplina y el valor que tiene la educación en ese país. La importancia de la formación académica se ve reflejada en la trascendencia que tiene el examen de admisión universitaria, fecha para las cuales miles de jóvenes se preparan intentando entrar a una prestigiosa universidad. La sorpresa para muchos durante este año, ha sido que estos exámenes no se postergaron, incluso en épocas de rebrote de COVID-19 en Corea del Sur.
Para los expertos no hay forma de detener los contagios, ni de atender todos los casos debido a la escasez de implementos y salas de UCI, sin embargo, se siguen tomando medidas para que los estudiantes de todo el país puedan presentar el examen de forma presencial.
Bahk Eun-ji, reportera de «The Korea Times», señaló que las autoridades de la salud de Corea del Sur, anunciaron que el número de contagiados diarios podría llegar a 1.000 en el transcurso de esta semana si el país no logra frenar la nueva ola de COVID-19. La Sede Central de Contramedidas de Seguridad y Desastres, dijo el miércoles el 9 de Diciembre, que solo quedaban 43 camas de UCI para pacientes en estado crítico en todo el país hasta el martes, cuando se confirmaron 686 nuevos casos de coronavirus.
Aún con esta realidad, el pasado jueves, 3 de diciembre, más de 490.000 aspirantes presentaron el CSAT, que es la prueba de habilidad escolástica universitaria realizada por el Estado; además se tiene previsto que las universidades realicen más de 600.000 pruebas hasta el 22 de diciembre del año en curso.
Para el CSAT, los aspirantes deben realizar ensayos, pruebas de desempeño, entrevistas, entre otras actividades; y esperan que al menos 400.000 estudiantes se presenten. En el caso de la Universidad de Sungkyunkwan y la Universidad de Sogang, iniciaron con este tipo de pruebas, estableciendo como medidas de protección: usar tapaboca todo el tiempo y en el caso de Sogang, la instalación de cámaras termográficas en la entrada de los edificios.
El Ministerio de Educación Pública sugirió que las pruebas se realizaran de manera virtual debido a la situación actual del país referente al virus, pero la respuesta fue tan simple como: es imposible porque la única forma de garantizar la legitimidad de las pruebas, es de forma presencial. Así que podemos ver a centenares de aspirantes abandonando la sede universitaria luego de realizar el examen, con cero distanciamiento social y protegidos solo por una mascarilla.
Y si se preguntan qué ocurre con aquellos aspirantes que se encuentran contagiados o que presentan algún síntoma del virus, no se preocupen porque ellos han pensado en todo, estas personas tienen la oportunidad de presentar su prueba, en un lugar aislado al resto. Mientras tanto, el Ministerio dijo que se centrará en supervisar las medidas antivirus en las universidades hasta el 22 de diciembre.
Son muchos los estudiantes que no pueden con el estrés que se desemboca luego de terminar la escuela y tener que presentar el examen de ingreso a la universidad y sobre todo, conseguir ingresar a algunas de las SKY (este es un acrónimo de las tres mejores universidades: Universidad de Seúl, Universidad de Corea y la de Yonsei); razón por la que el número de suicidios suele incrementar para esta época del año, en la que muchos deciden huir de su destino.
Esta pandemia ha afectado la salud mental de personas alrededor del mundo, por lo que no es difícil imaginar cómo se encuentran anímicamente los jóvenes surcoreanos, cuando a la presión del examen de admisión se le suma un rebrote pandémico. Aunque las universidades aseguran estar tomando las medidas necesarias, las aglomeraciones a las entradas y salidas de las instalaciones parecen evidenciar lo contrario. Solo esperemos que las vacunas lleguen pronto a Corea del Sur y que los jóvenes sobrevivan con éxito a esta dura prueba.
Leydi Botía
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