Mientras que a mí alrededor veo más y más personas siguiendo a hallyu, ya sea por el k-pop o los k-dramas, en el mundo se vive una ola de masacres sin sentido de personas de origen asiático.
Hace poco me impactó leer una noticia en donde un hombre de sólo 21 años, abrió fuego dentro de tres SPA diferentes en Atlanta, Estados Unidos. En el hecho resultaron víctimas 8 mujeres de origen asiático, 4 de ellas eran coreanas. Según las primeras declaraciones del agresor, no tenía motivaciones racistas para cometer el hecho, sino que se consideraba un “adicto al sexo” y buscaba una forma de desahogar su adicción. Sin embargo, la policía aclaró que no creen del todo confiable esta declaración, puesto que el país viene viviendo una ola de ataques contra asiáticos y casualmente la mayor parte de sus víctimas eran de esa comunidad.
Esta situación es sólo un ejemplo de las muchas denuncias que se presentan diariamente en el país norteamericano. Solamente entre marzo y diciembre de 2020, se reportaron 2.808 denuncias sobre este tipo de ataques, de los cuales 8,7% involucraron agresiones físicas y 71% supuso acoso verbal, según datos de la organización Stop AAPI Hate.
Para nadie es un secreto que este tipo de ataques racistas incrementó a raíz de la aparición del COVID-19, cuyo origen de contagios fue China a finales del 2019. Además, el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lanzaba continuamente la expresión del “virus chino”, lo que hacía énfasis en señalar a una comunidad como culpable de la actual pandemia.
Ahora bien, aunque no se ha culpado a los coreanos, filipinos, japoneses y otros países asiáticos de ello, es inevitable reconocer que comparten rasgos físicos que hacen que los más despistados los confundan entre sí. En otras palabras, para los occidentales todos aquellos con ojos rasgados son chinos. Algo que es por supuesto muy irresponsable y nada ético por parte de quienes lo ven así. Entre los ejemplos de irresponsabilidad se destaca el policía de Georgia, quien dijo públicamente que el agresor había tenido “un mal día”, estas palabras por supuesto tuvieron repercusión entre todos los que escucharon su pronunciación sobre los hechos. Y se conoció que previamente había compartido en redes sociales una fotografía sobre unas camisetas con mensaje racista.

Moisés Kim, coreano nacido en Argentina, pero que actualmente vive en Missouri, nos habla sobre su percepción del #Stopasianhate. “Todos los asiáticos experimentamos cierto nivel de racismo donde sea que vayamos, este movimiento surgió más que todo por el coronavirus. Gracias a Dios estoy viviendo en Missouri y esto está sobre todo en estados con una gran población de asiáticos. No experimenté nada del racismo al nivel “#asianhate”, estoy siempre en comunidades que aman y respetan la cultura asiática. En Estados Unidos es un tema grande. Desde un punto de vista general, odiar a cierta etnia está mal. La verdad no espero mucho con este movimiento, sólo quiero que los asiáticos puedan caminar y hacer sus rutinas diarias sin ser asesinados o ser vistos como un objeto que odiar. Al fin y al cabo somos todos personas creadas a la imagen de Dios”. Concluye, Moisés Kim.
El movimiento #STOPASIANHATE se ha tomado las redes sociales y las calles de varias ciudades de Estados Unidos, la protesta se suma al #BLACKLIVESMATTERS, lo que nos hace reflexionar sobre la necesidad de eliminar el racismo de nuestra sociedad. Quizás no exista un movimiento en particular hacia los latinos, pero la lucha contra el racismo no es particular, cada una lucha por la libertad de ´ser´, independientemente de nuestro origen geográfico, etnia o cultura.
Algunos artistas asiáticos se han sumado a la lucha, entre estos BTS, quienes a través de Twitter se pronunciaron sobre los últimos hechos.
“Enviamos nuestra más profundas condolencias a aquellos que han perdido a sus seres queridos. Sentimos pena e ira”. Usaron los hashtags #StopAsianHate and #StopAAPIHate.

Los actores Daniel Wu y Daniel Dae Kim ofrecieron una recompensa de 25.000 dólares, por información sobre un caso en el que un hombre de ascendencia asiática, fue agredido en California. Jeremy Lin, estrella de baloncesto, quien es estadounidense de origen taiwanés, también compartió su enojo por el aumento del racismo con el uso de términos como «Kung Flu» y «China Virus» para describir el COVID-19.
Como declaró nuestro amigo Moisés, quizás este sea otro periodo en el que las cosas se “alborotan” por un hecho en sí, sin embargo, quienes creemos que podemos vivir en un mundo justo sin ser juzgados, creemos que algún día todos estos movimientos se verán respaldados en la ley, que existirán las personas con la autoridad plena para hacerlas cumplir y que además, quieran hacerlo. De momento nos queda seguir alzando la voz para hacer eco en todo el mundo #STOPHATE.
Yola.O
hanadultalk@gmail.com
Creo que la situación de Estados Unidos no se da en Europa, que es mucho menos racista . Aunque también tenemos problemas están más relacionados con el islamismo. Los orientales no se ven como una amenaza, en general, la amenaza suele ser el terrorismo islámico.
Me gustaMe gusta