Aunque está claro que no todo lo que vemos en los k-dramas es real, estos siguen siendo un gran reflejo de la sociedad coreana. En distintas producciones se han retratado los dramas que viven muchos trabajadores en Corea del Sur, con jefes abusadores que crean ambientes llenos de violencia verbal, explotación laboral y el peor de todos, abuso sexual. ¿Qué tan grave es esta realidad? ¿Qué está haciendo el Gobierno para cambiarla?
Empecemos aclarando que esta problemática es tan grave que ha ocupado la agenda política del país, haciendo que en el 2019 se crearan leyes que permitieran denunciar a los victimarios y proteger a las víctimas. No obstante, según el informe de Local civic group Gabjil199, citado por The Korea Herald, de 1.000 trabajadores de oficina encuestados en el 2020, el 45,5% declaró sufrir de acoso en su trabajo. De todos los tipos de a acoso, los insultos y la difamación son las formas más frecuentes con un 29,6%, el 26,6% aseguró haber recibido “órdenes de trabajo irrazonables”, mientras el 26,2 % recibió solicitudes que no estaban relacionadas con sus tareas.
Lo preocupante es que el 60% de los encuestados dijo que no denunciaban estos casos, por el contrario prefieren tolerarlos o ignorarlos, y solo el 3% dijeron tener la intención de reportar en la Oficina Laboral Regional dirigida por el estado. Y tras las leyes del 2019 el 53% cree que no han cambiado la realidad de esta problemática.
Acoso sexual
El acoso sexual también representa un gran problema para los trabajadores. Según Workplace Abuse 119, una organización no gubernamental, en su análisis publicado a finales del 2020 sobre los 364 informes de acoso sexual que había recibido desde noviembre de 2017, la mayor parte de los perpetuadores(89%) son personas en posición de poder, por lo que las víctimas temen tomar medidas.
Ellos aseguran que la mayoría de estos casos no son siquiera denunciados y en caso de hacerlos, la víctimas son revictimizadas, incluso llegando a dañar permanentemente sus hojas de vida. Este estudio además evidenció que 83.2% de las víctimas fueron mujeres.
Leyes de protección
En marzo de este año fue aprobada por la Asamblea Nacional, la última revisión legislativa para proteger a los trabajadores del acoso por parte de sus empleadores. Los legisladores aprobaron la Ley de Prevención del Acoso en el Lugar de Trabajo, que busca penalizar hasta con 10 millones de wones, a quienes se encuentre culpable de acoso en el lugar de trabajo. En caso de que los empleadores no protejan a las víctimas o eviten castigar al agresor, podrán ser sancionados hasta con 5 millones de wones.
Sin embargo según el grupo Gabjil 119, los trabajadores subcontratados siguen estando vulnerables ante esta ley que los excluye. Además aseguran que no se está protegiendo a los trabajadores de servicios que son abusados verbal o físicamente por sus clientes.
En un país donde se lucha para obtener empleos estables en grandes conglomerados, muchos están dispuesta a aguantar acoso de parte de sus superiores por miedo a perder la estabilidad laboral. El mercado es competitivo y las ofertas parecen escasear, sobre todo si no se tiene una hoja de vida muy brillante. Este contexto ha sido propicio para que personas en situación de poder, ejerzan abusos sobre sus subordinados. Esperemos que con las recientes actualizaciones legales, se empiece a derrotar la cultura abusiva que se ha normalizado en algunos puestos laborales.
Kevelyn Ravelo Sarabia
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