Opinión, Sociedad

Una cuestión de peso: la gordofobia en Corea del Sur

Por: Leydi Botía Martínez 

He seguido la cultura coreana por más de 10 años, y en este tiempo, he sido fan de grupos de k-pop, seguido fielmente dramas en emisión y me llegué a fascinar por algunas de sus costumbres. Sin embargo, no fui consciente hasta hace un par de años del grado de gordofobia que se respira en Corea del Sur, y cómo incluso, ha llegado hasta varios seguidores de su cultura.

Según el sociólogo, Arturo Torres, la gordofobia es un sesgo automático y normalmente inconsciente que lleva a discriminar, objetivizar y minusvalorar a las personas con sobrepeso. En el caso de Corea del Sur, siendo un país afectado por la misoginia, esto recae principalmente en las mujeres. Y es que el rechazo hacia las personas con sobrepeso u obesidad, se ha normalizado tanto, que genera incomodidad que la población gorda, haga activismo. 

«En la sociedad coreana, hay categorías solo para personas ‘normales’ o ‘promedio'», dijo la primera modelo de talla grande de Corea del Sur, Kim Gee Yang, a Korea Herald, vía cafemom.  «El resto no pertenece a ninguna parte, y las personas gordas son solo burladas ya que consideran que ser gordo es sinónimo de perezoso, repugnante y poco saludable». 

Es necesario entender que no todas las personas gordas tienen problemas de salud, así como no todas las personas delgadas son precisamente saludables. Pero «es por salud» se ha convertido en la frase favorita de los gordofóbicos.

Hace unas semanas vi el vídeo de una influenciadora coreana, donde explicaba toda una serie de comportamientos de su cultura, para deducir si con base a su anatomía, ella es considerada o no, gorda. Finalmente su conclusión fue «normal». Pero, lo que llamó mi atención, es que ella hizo ese vídeo porque a sus seguidores les interesaba; primero, saber el por qué a los surcoreanos les importa tanto el físico; y segundo, porque les interesa saber si su cuerpo, en lo personal, encaja en lo que se considera gordo, delgado o «normal».

Y así como ella compartió el análisis, otras influenciadoras han dejado ver en las redes, lo difícil que es cumplir los estándares de belleza coreanos, y sobre todo lo referente al peso. Existe una costumbre normalizada aunque reprochable, de cuestionar y opinar sobre la apariencia física de otras personas, y que esto fácilmente lo hacen en televisión nacional. Ciertamente, los idols se ven afectados por esto, y vemos cómo incluso entre algunos de ellos, existe el rechazo o burla hacia los cuerpos gordos.

Cuando inicié en el k-pop, el primer grupo del que fui fan, fue Super Junior, y a día de hoy puedo decir que, los mismos seguidores del grupo se encargaron de revictimizar a Shindong, quien ya era minusvalorado por la industria. Él «gozaba» de ciertos privilegios que otros idols no, solo por ser gordo. Por ejemplo, hizo pública su relación en dos momentos clave: primero, el mejor momento del grupo desde su debut; y segundo, cuando otros artistas del género, no eran autorizados por sus empresas para hacerlo. Y esto tiene una explicación: Shindgon no era el prototipo de idol de k-pop de la época, y en general, no era uno de los miembros más populares, por lo tanto si sus fans se enojaban, no era algo que afectaría al grupo y por consiguiente a la empresa. A decir verdad, incluso los fans veían a Shindong como «el amigo gracioso».

La mayoría de sus fans buscaban que el público lo viera como algo más que «el chico gordo», sin embargo, siempre usaban su peso para referirse a él y de cierta forma generar lástima. Shindong siempre fue reconocido por ser el gracioso y más divertido, era invitado a rodearse de comediantes, porque claro, ese es el estereotipo y el lugar que le corresponde a los gordos. 

Shindong además, es el claro ejemplo de cómo la misoginia causa que, la gordofobia recaiga más sobre las mujeres, ya que el hecho de ser víctima de la crítica de la sociedad por su peso, de ser centro de burlas y discriminado en la industria del entretenimiento, no le impidió desarrollar su gordofobia y creer que un hombre se ve bien gordo, pero una mujer gorda sí debe preocuparse por su aspecto y salud. Si no sabes de qué hablo, te invito a leer este artículo. Y aún recuerdo cómo en el 2010, muchos seguidores del grupo y de la cultura, defendían su posición. 

Es cierto que la persona coreana promedio, es delgada, no obstante, según el portal «statista», en 2019, el peso promedio de las mujeres surcoreanas de 19 años o menos era de 59,28 kilogramos. Sin embargo, más del 56% advirtieron que no se encontraban satisfechas con su peso, ya que consideran que están en sobrepeso.

Idols femeninas como CL, Hwasa, Wendy, Kyla, Jihyo, entre otras, no han sido sólo criticadas por no cumplir con los estándares coreanos, sino que a lo largo de su carrera han recibido comentarios hirientes con relación a su peso; e incluso a varias se les ha negado el derecho a estar en un escenario o frente a las cámaras como idol, ya que a criterio «profesional», son muy obesas. 

Este tipo de comportamientos que inicialmente se veía entre los netizens de Corea, hoy en día se refleja en los seguidores occidentales. Y aunque esto es un reflejo social en general, el seguir la cultura lo ha convertido en un potenciador, ya que los cuerpos delgados se han convertido en un referente de belleza. A esto se le suma el deseo de llamar la atención de los idols o de ser considerada un idol; lo cual ha provocado que muchas personas sigan dietas sin asesoramiento profesional, para conseguir sus objetivos.

Las redes sociales se han convertido en el mayor exponente de costumbres personales y de las que terceros se han apropiado, por ejemplo, he visto a chicas coreanas en youtube hacer dietas super extremas en las que comen solo una tostada, 2 huevos y 5 tomates cherry al día, ocasionando que pierdan de 5 a 7 kg a la semana. Y es común ver comentarios de chicas que les inspira seguir estas rutinas sin ningún tipo de asesoría, sin tener en cuenta su peso actual, contextura, altura y demás componentes de las que dependería hacer una dieta hipocalórica. 

Hace un par de años hablaba con una conocida cercana y ella me comentaba su deseo de ser tan delgada como Lisa de Blackpink y estaba trabajando tanto por esto que ignoraba cualquier comentario sobre asistir a un profesional antes de tomar cualquier decisión en su alimentación. Sobre todo, porque su contextura al ser gruesa, no le permitiría verse de la misma forma y eso solo ocasionaría que odiara su cuerpo y posiblemente le causara un TCA (trastorno de conducta alimentaria).

Siguiendo esta misma línea, Corea del Sur se ha visto afectada por enfermedades como la anorexia y la bulimia; de lo cual, expertos han dicho que ha sido promovida por la industria musical al idealizar cuerpos extremadamente delgados. Nunca voy a olvidar un programa de la FNC donde se le controlaba el peso a sus aprendices. Las obligaban a subirse a una báscula semanalmente y no podían superar el peso de entre 45 kg y 50 kg; si alguna lo hacía o iba en camino a hacerlo, eran duros con ella.

La terapeuta Margoth Rittenhouse dijo para Eating Desorder Hope: «En 2011, el número de casos de trastornos alimentarios informados entre los surcoreanos de 19 a 30 años fue de 159; sin embargo, para 2017, la cantidad de surcoreanos con un trastorno alimentario de cualquier edad era de 189.698”.

Y sin embargo, aunque la cifra era alarmante, la mayoría no suele buscar ayuda profesional al respecto, ya que, como siguió mencionando la terapeuta, existe una barrera para las personas que reciben tratamiento para trastornos alimentarios en Corea del Sur, porque está relacionado con las creencias culturales con respecto a la salud mental, creen que estos problemas deben permanecer dentro de una familia, ya que son vergonzosos o indican debilidad, porque mostrar emociones es una carga para los demás. 

Recibir tratamiento es crucial no solo para estas personas, sino también para la economía cultural en su conjunto, ya que según la revista de trastornos de la alimentación, en su artículo sobre la carga económica de los trastornos alimentarios en Corea del Sur, las personas con “trastorno por atracón» representaron el 42% de la carga económica; anorexia nerviosa el 34,7%; y bulimia nerviosa el 22,3%. Los centros de tratamiento están aumentando en Corea del Sur y la esperanza es que aquellos que necesitan ayuda la busquen a pesar de la barrera del estigma cultural para el tratamiento de salud mental.

Asimismo, algunos seguidores de hallyu adoptaron los estándares de belleza coreanos como su referente y han empezado a construir su imagen con base a esto, existiendo la posibilidad que un mal manejo de esto, desemboque en un desorden de la alimentación, producto a su miedo a subir de peso y el rechazo a verse gordas. Por otro lado, están tan  acostumbrados a ver cuerpos delgados, que cuando un cuerpo que inicialmente fue delgado, aumenta volumen, se hacen preguntas como: ¿Qué le pasó?, y no, esas preguntas no se deben a una preocupación real sobre su salud, sino a cómo afecta a su cuerpo. Aunque esta nueva generación carga la bandera de no criticar cuerpos ajenos, algunos tienen la gordofobia interiorizada y normalizada producto de un estándar que no se fue creado para ellas. 

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