Por: María Fernanda Pérez
Si bien la palabra “fan” se define como admirador o seguidor apasionado, debemos distinguir hasta donde se diferencian estos términos de la obsesión y el comportamiento obsesivo, definiendo la obsesión como un estado en el cual una persona tiene en la mente una idea, una palabra o una imagen fija o permanente y se encuentra dominado por ella.
En el mundo del Hallyu y el K-pop son conocidos un tipo de fanáticos denominados como los Sasaeng (사생, “fan obsesivo”). Este término proviene de la combinación de las palabras sa (사, “privado”) y saenghwal (생활“vida”), y se refiere al fanatismo por la vida privada, en este caso la obsesión por la vida íntima de los ídolos.
Si bien ser fanático de un grupo o artista te impulsa a querer conocer más de sus vidas y personalidades, cualquiera en plena capacidad de razonar puede entender que existe un límite hasta donde puedes conocer los detalles de la vida de otra persona, y más tratándose de una que no te conoce. En ese sentido podemos establecer que los comportamientos sasaeng están fuera de lo normal.
Estos casos han sido bien conocidos aproximadamente desde los inicios del K-pop a principios de los 2000, con grupos como TVXQ, JYJ y Súper Junior, que experimentaron situaciones como fanáticas acampando fuera de sus dormitorios, seguidoras instalando cámaras de seguridad en sus parqueaderos e incluso el intento de envenenamiento a Lee Yunho de TVXQ, que acabó enviando al artista al hospital. En la actualidad este tipo de fanatismo obsesivo continúa trayéndoles problemas a los artistas, que se siguen enfrentando a este tipo de situaciones con fanáticas que averiguan sus itinerarios para tratar de infiltrarse en sus vuelos y hasta en sus casas, e incluso posibles intentos de secuestro. Los artistas no dejan de aprovechar los espacios disponibles en sus redes sociales para pedirle a estas acosadoras que paren. Un ejemplo que se volvió bastante popular fue el live de V, miembro de BTS, en el que explicó a sus fans la razón por la que ya no toman vuelos comerciales: algunas fanáticas compraban pasajes en los mismos vuelos para intentar sentarse cerca de ellos, lo que V manifestó que realmente le asustaba.
En Corea del Sur, esta situación se ha vuelto tan seria que se han tenido que modificar las leyes respecto al acoso e incluso crear nuevas sobre el acoso cibernético y el acoso a las celebridades para poder lograr que esta clase de comportamientos sean castigados como corresponde, ya que este tipo de fanáticas suelen llevar su obsesión a un nivel extremo que incurre en lo delictivo.