Por: Loraine Benítez G
El 16 de marzo de 1991, en Los Ángeles (Estados Unidos), Latasha Harlins, una niña afroamericana de 15 años, se acercó a una tienda de conveniencia a comprar un jugo de naranja, sin saber que se encontraría con la muerte de una manera ilógica a manos de Soon Ja Du, coreana-estadunidense. Este acto contribuyó a desencadenar los disturbios de Los Ángeles de 1992 y sigue siendo recordado como uno de los casos más absurdos de la persecución racial en EE.UU.

Crimen
Por petición de su abuela, casi a las 10 de la mañana de ese 16 de marzo, Latasha se dirigió al local Empire Liquor, a comprar un jugo de naranja. Cuando ingresó se encontraba una de las dueñas del establecimiento, Soon Ja Du, quien tenía esa tienda junto a su esposo e hijo.
Harlins ingresó, seleccionó el jugo de $ 1.79, lo guardó en su bolso y volteo para pagar en el mostrador, pero Du la acusó de robo, le agarró el suéter de manera violenta y le arrebató el bolso. Latasha responde con dos golpes derribando a Du. Después, la mujer le arroja un taburete. Luego, Latasha recoge la botella que se cayó en el forcejeo y Du se la arrebata. Posteriormente, Harlins se voltea para salir de la tienda, mientras esto pasa Ja Du, saca un revolver debajo del estante y le dispara en la parte trasera de la cabeza. La niña muere instantáneamente con los $2 que tenía en la mano para pagar el jugo de naranja. El esposo de Du, escuchó el disparo, habló con su esposa y llamó al 911, para reportar un intento de robo.
(528) Latasha Harlins March 16, 1991 – YouTube
Juicio
Jan Du, testificó en su propio nombre y afirmó que Latasha tenía intenciones de robar y que le había disparado porque temía por su vida, aunque en el video de las cámaras de seguridad, se evidencia que Harlins iba a salir de la tienda y fue impactada por la bala mientras lo hacía. Otro de los argumentos de Du, fue que al ella reclamarle a Latasha sobre robarle, ella le respondería “¿Qué jugo de naranja?”, pero testigos oculares afirmaron que en realidad Jan Du, la llamó “perra” después de acusarla. Estos mismos testigos declararon que era evidente que la niña tenía la intención de pagar y que no estaba robando.
Por otra parte, el informe del Departamento de Policía de los Ángeles también encontró que la pistola que usó Du, estaba alterada, por lo que requería menos presión sobre el gatillo que una pistola ordinaria.

Sentencia
El 15 de noviembre de 1991, el jurado la encontró culpable de homicidio voluntario, este delito conlleva a una pena máxima de 16 años de prisión. Sin embargo, La jueza Joyce Karlin, le dio 400 horas de trabajo voluntario, cinco años de libertad condicional y una multa de US$ 500.
La jueza Joyce, afirmó que Jan Du, no era un peligro para la sociedad y que sabía muy bien como identificar un criminal que hace daño a la sociedad:
Efectos
Este acto fue repudiado por toda la comunidad afroamericana en Estados Unidos, se evidenciaba que había sido un acto por discriminación racial y se ejecutaron diferentes disturbios, la tienda de Du fue saqueada, incendiada y nunca volvió a abrir. De igual forma, la jueza Joyce, recibió todo el desprecio de la comunidad negra.
Relación afroamericanos – coreanos
En 1965, después de las leyes de inmigración, donde se otorgó a personas de todo el mundo ingresar en las mismas oportunidades a los Estados Unidos, un gran número de inmigrantes coreanos llegaron al país, específicamente al centro del sur de Los Ángeles.
Muchos de ellos compraron tiendas y en 1969 se abrió el primer mercado de propiedad coreana. Al principio, las relaciones eran amables, los residentes y comerciantes afroamericanos les dieron la bienvenida, pero todo se complicó porque en tiendas coreanas se negaban a contratar personas negras y tenían un trato poco cordial. Los coreanos, por su parte, aseguraban que todo se debía por los efectos de la inseguridad en la zona.
Para 1990, el lugar ya estaba permeado en su gran mayoría por tiendas con dueños coreanos y las tensiones aumentaban. Desde ese momento, comenzó la disputa y la mala relación, debido a la discriminación racial.
Disturbios de Los Ángeles en 1992
El caso de Latasha Harlins, intensificó las tensiones entre comunidades afrodescendiente y coreana-americana, los disturbios ocurridos después de la sentencia de Jan Du, serían la premisa para lo que pasaría un año después.
En la noche del 3 de marzo de 1991, Rodney King, un hombre afroamericano, manejaba a toda velocidad por una autopista en Los Ángeles, estaba acompañado por dos hombres más y se encontraban notablemente borrachos, cuando se cruzaron con una patrulla de policía, por lo que aceleraron y empezaría una persecución. Finalmente, los policías los alcanzaron, tomaron a Rodney, descargaron las armas eléctricas sobre él, lo golpearon con barras de aluminio y lo patearon, sin que se dieran cuenta, un vecino de la zona que escuchó todo, grabó lo acontecido y lo envió al canal local KTLA.
(528) EERSTE VIRAL VIDEO RODNEY KING | LA 92 | NATIONAL GEOGRAPHIC – YouTube
Las imágenes difundidas generaron rechazo total, por lo que se empezaría una investigación judicial en contra de los policías. Es así como el 29 de abril de 1992, un año después, tras el juicio de siete días de deliberaciones en una corte del condado al norte de Los Ángeles, los policías fueron absueltos de abuso policial.
Este fue el detonante para los levantamientos y de esta forma estalló el enojo colectivo, establecimientos, bloques de piso y zonas comerciales fueron incendiadas y saqueadas. La comunidad se unió para expresar su inconformidad por las irregularidades y las injusticias por la desigualdad racial.
El caso de Latasha Harlins, fue recordado y tomado en cuenta en esta época, pues nunca se olvidó tras su muerte.
¿Quién era Latasha Harlins?

Latasha, nació en 1975 en East St. Louis, Illinois. Hija de Crystal Harlins y Sylvester Acoff. Tenía dos hermanos y era la mayor. Cuando tenía 6 años, la familia se mudó a Los Ángeles en 1981.
Los padres de Latasha, terminaron su unión en 1983 por malos tratos de parte de Sylvester a Crystal. Tiempo después, en 1985, su madre falleció de un disparo en el torso, mientras trabajaba en un club nocturno, por esto, vivió con su abuela materna Ruth Harlins.
Latasha, deseaba ser abogaba, se destacaba por ser una excelente estudiante, quería siempre resaltar en sus estudios para ir a la universidad y se esforzaba por hacerlo bien. Para conocer a Latasha Harlins, el corto de Netflix: A Love Song For Latasha, da una mirada de su forma de ser, sus anhelos, sus proyectos y todo eso que va más allá de la niña que murió por un jugo de naranja.
Legado
La familia de Latasha nunca la ha olvidado. Su tía, Denise Harlins, luchó por la memoria de su sobrina, fundó el Comité de Justicia de Latasha Harlins y su prima, Shinese y mejor amiga Ty, planean crear su propia organización en pro de jóvenes de la comunidad, en memoria de Latasha.
Cada día es recordada porque su vida fue arrebata de la forma más injusta posible. Pero también, su legado está en quienes la conocieron, y su historia sigue retumbando, por la niña llena de sueños que fue.


“En 1998, la Asamblea Estatal de California nombró el 29 de abril como el Día de Latasha Harlins”
Representación en el arte
Además del corto de Netflix, A Love Song For (nominado al Academy Award for Best Documentary Short Film, como mejor corto documental en 2021). El caso de Latasha Harlins, inspiró muchas representaciones artísticas.
El rapero, Tupac Shakur, en 1993, lanzó la canción “Keep ya head up”, dedicada a Latasha:
(528) 2Pac – Keep Ya Head Up (Subtitulada en Español) HD – YouTube
Además, la ha mencionado en diferentes versos en sus canciones a lo largo de su carrera. Canciones como: Something 2 Die 4 (Interlude), Thugz Mansion, I Wonder If Heaven Got a Ghetto, White Man´z World, Hellrazor y N.I.G.G.A.
El rapero Ice Cube, compuso una canción sobre el acontecimiento para su album: Death Certificate, titulado Black Korea.
El cantante y compositor Gabriel Kahane, compuso Empire Liquor Mart (9127 S. Figueroa St.), contando el caso de Latasha Harlins.
Latasha Harlins, nunca debe ser olvidada, las injusticias llegaron ese día y le arrebataron sus sueños, sus anhelos, su esperanza y demostró lo más bajo que alguien puede llegar a cometer por la discriminación racial y aunque fue libre, Soon Ja Du, también será recordada como la asesina de una niña de tan solo 15 años.